domingo, 13 de mayo de 2012

¡Que no nos representan!


“¡Que no, que no, que no nos representan!...” es un grito claro (no el único, por supuesto) que se ha oído estas horas entre las multitudes concentradas en Barcelona (muchísimas más de las que indica el Ministerio del Interior, lógicamente). Esa consigna, presente ya en la cabeza de mucha gente, siendo cierta, no deja de estar coja. Le falta un final, una conclusión coherente y una respuesta. Si no nos representan, debemos preguntarnos “Entonces, ¿a quién representan?” y “de acuerdo con ello, ¿quien nos debe representar?”

Cartel de FIB, digo, del 15M


Se tratará de responder a estas cuestiones que por lo visto suscitan Un Caos Enorme a los que por otro lado tienen claro que no están de acuerdo con el sistema en el que viven.

La primera parte la gente la tiene bien clara. Los políticos que nos “gobiernan” no representan los intereses de la inmensa mayoría. Si este es el caso, ¿los intereses de quien están defendiendo, y por lo tanto, a quien representan? Bien, la teoría de que los políticos como Zapatero son inútiles y no sabían que deben hacer, es una teoría que sólo sirve para “eximirlos” de responsabilidad (sólo se les puede acusar de ser idiotas) y de ocultar que siguen órdenes de gente que está por encima de ellos (que desgraciadamente para los intereses de la mayoría, no es el pueblo). Sólo hace falta ver a quien favorecen todas las reformas llevadas a cabo por el gobierno de Zapatero antes, y de Rajoy ahora (incluyendo por supuesto a Mas en Catalunya y a otros en el resto de España). Como dice una canción escuchada esta tarde, “Todas las reformas y recortes salariales, han sido pa la banca y las multinacionales...” Todas las reformas, recortes, decretos, etc que se han venido aplicando desde 2008 han sido para favorecer los intereses de los bancos y grandes empresas españolas, y sobretodo para los intereses de la banca alemana y estadounidense y las multinacionales extranjeras. Sólo hace falta tirar de este hilo para sacar la conclusión lógica de que estos políticos representan los intereses de esta oligarquía, la española y la extranjera, la cual, no desde 2008, si no muchísimo tiempo antes, está en control de la clase política española. Cuando la oligarquía nacional rige el destino del pueblo, ya no se debería llamar democracia. Cuando la oligarquía extranjera es la que lo hace, se llama intervención. No debería asustar a la gente que ahora digan que España va a ser intervenida. Este proceso si se lleva a cabo, es sólo una cuestión formal. Lo que debería asustar a la gente es que el país está como está por todos los años de intervención previa, por lo tanto, esto no va a ir a mejor.

Y aquí llega el segundo punto del asunto. ¿Quien debe representar al 90 o 95% afectado por todos estos recortes? ¿Existe alguien que les represente? ¿Necesitan incluso a alguien que les represente? La respuesta a las dos últimas preguntas es Sí y Sí. Contestaremos primero a la segunda:

El asunto tiene que ver con la visión que tiene un movimiento como el 15-M sobre el concepto de ser apolíticos (o más correctamente, apartidistas). Es una visión compartida por gran parte de la población. Han luchado tanto contra el sistema político (y con razón, por cierto) que se han olvidado de algunas cosas:
1º Ellos ESTÁN HACIENDO POLÍTICA, como lo hace cualquier manifestación, agrupación en lucha, plataformas por varias causas, y prácticamente cualquiera que se moviliza por diferentes objetivos.
2º El sistema asambleario que tienen y la concepción posterior de hacer asambleas de barrio, es muy bueno en muchos aspectos, pero abre el tema de que cada uno luche a su manera, cada uno hacia un objetivo y cada cual con su método, y lo que consigue es dividir fuerzas, perder el objetivo principal de vista y mover sin control y a trompicones este movimiento. Y ciertamente, por lo visto hoy y veces anteriores, fuerza hay, y de sobras.

Esas fuerzas necesitan 2 cosas. Lo principal, organización. La diferencia entre los que mandan y el resto, es que los que mandan, siendo pocos, están muy muy bien organizados. Los que obedecen, siendo muchísima más gente, están poco o nada organizados. A consecuencia de una buena organización, inevitablemente se genera un portavoz que les represente, sea una persona, un partido, una asamblea central, etc.

¿Existe ese alguien que pueda representar a los intereses de la mayoría? Pues como se ha dicho, la conclusión lógica es que no hay nadie mejor para representar esos intereses que el propio pueblo, en la forma de una fuerza política que defienda los intereses de esta mayoría. Pero claro, una fuerza política formada por la propia mayoría de la población que sufre estos recortes, participando activamente en la política y la linea a desarrollar de esta fuerza organizada. Si no es de esta manera, se vuelve a caer en el problema original. Una fuerza política que no defiende los intereses de la mayoría porque esa mayoría no está involucrada en el desarrollo ideológico de ese partido.
¿Por que debe ser un partido político y no otro tipo de entidad u organismo? Pues porque para que alguien tome el poder, es necesario quitárselo a quien previamente lo ostenta. En este Caos Enorme, que conozcamos sólo hay 2 formas de quitar el poder, y una de ellas no es aconsejable ni aconsejada. La otra, es la vía política. Jugar con las reglas establecidas (por mucho que sean injustas), hasta tener el poder suficiente para cambiarlas. Cualquiera de los dos caminos será largo y difícil, pero si se quiere cambiar algo, es indispensable conseguir el poder político. Y aquí se ve que el pueblo tiene todo el poder del mundo, lo que pasa es que no se organiza para usarlo juntos, a la vez, y apuntando al mismo sitio. Eso es lo único que separa al pueblo del triunfo, la organización.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pierde tu mensaje con el resto en este Caos Enorme